Los Venezolanos que se caracterizan por poseer una Piel Oscura le ha costado Levantarse....

Los  Venezolanos que se Caracterizan por Poseer una Piel Oscura le ha Costado Mucho Levantarse, con Entereza y Fortaleza

                                           Por Brunilde I. Palacios y Antonio José Guevara

Quienes nos hemos convertido en gestores de la Cultura Negra Venezolana no podemos si no ver con estupor como las culturas africanas se dedicaban a cazar a su propia gente y venderlas a los barcos negreros  europeos por objetos que no tenían valor alguno, en el que pareciera que el olor que se desprendía de su piel por los años de navegación por distintos mares (en el que se mezclaba el sudor con el salitre), los dejaban seducidos ante el mefítico aroma en descomposición que emergía y de otros aromas que brotaban de tan olientes prendas que intercambiaban, en el que no importó que eran humanos y lo peor del caso, es que algunos no quiere aceptar esa realidad y se hacen los desentendidos para que se le reconozcan la pretensión que los lleva a reconocerse como hijos de africanos (Afro-descendientes), porque aspiran a tener representación política en las nuevas elecciones venideras que se celebraran en 2012, en el que tal pretensión lo que busca es convertir el término Afro-descendiente en una herramienta que les permita estar en la estructura política venezolana sin ellos hacer grandes esfuerzo y seguir gozando de las prebendas que han obtenido a través de la buena voluntad del Gobierno Bolivariano y es por ello, que no les importa gozar de una doble nacionalidad, lo cual traería como consecuencia la perdida de ciertos derechos y le traería al país desde el punto de vista del Derecho Internacional un daño irreversible de grande trascendencia en el que está inmerso la pérdida de su soberanía. Esto representa que están haciendo todo lo posible por  ensombrecer tal dinámicas históricas sin medir sus consecuencias, a pesar de que éstas, no son como la lluvia, que se quitan su apariencia de dama nostálgica para convertirse en una experiencia desgarradora o en un acto doloroso, puesto que ella tiene la facultad, de que esconderse bajo todo acto cotidiano, como de disfrazarse, o desvanecerse para  recordarnos su sabor amargo y desolado, porque reconstruir lo anterior a lo ocurrido, implica un ejercicio doloroso que marcaría el carácter definitivo de lo perdido. Por ello, (es recomendable revisar el término descendiente,  puesto que éste se utiliza dentro del derecho hereditario venezolano para heredar por vía directa.) tapar con un dedo esa realidad, en el que nuestra herencia histórica fue cazada y vendida por su propia gente (Sistema Tribal Africano) a los asientos negreros que se encontraban en la misma África y eran controlados por la misma aristocracia tribuales que los concentraban para después se llevados a las embarcaciones negreras europeas, los cuales eran intercambiado por productos banales en descomposición y ropas que se caracterizaban por un olor nauseabundo adquirido por el olor desprendido de las heces de los europeos, a los cuales no les interesó si pensaban, sentían y además (…) que eran africanos. Por ello planteamos que la perdida de lengua  no es casual, la cual se convirtió en un gesto de irreverencia y una respuesta en contra de los propias africanos que se habían dedicado a fustigarlos de forma impía, en el que tal conducta los llevó adquirir otra y a negar la lengua originaria, puesto que estaba en juego su sobrevivencia y esto trajo como consecuencia mucho odio hacia quienes integraban dicho sistema, por el acto cruel e inhumano de ser tratados como mercancías (Pieza de India). Pero al parecer tal situación no  importó, porque la venta trajo consecuencias de mucha transcendencia para nuestra herencia histórica, en el que se hace incomprensible que después que han pasado más de quinientos años, no se quiere entender que quienes nacimos en este país…,  somos venezolanos y por más que tengamos una piel oscura, tenemos que reconocernos como venezolanos y no como hijos de africanos (afro-descendientes), puesto que se hace necesario internalizar que la venezolanidad es un producto de un pacto social que tiene más de doscientos años que se hizo visible a partir de 1811 con la promulgación de la Primera Constitución, en el que nuestra herencia histórica jugó un papel muy importante en la nueva construcción de la geografía espacial venezolana. Pacto que permitió que nos convirtiéramos en creadores de la Cultura Negra y fue tan importante nuestro aporte que marco un hito en la historia de la humanidad y fue uno de los fenómenos para que el mundo sintiera cambios profundos a partir del siglo XVIII, en el que se demostró que eran seres humanos que debían ser reconocidos como ciudadanos en las nuevas legislaciones en donde estaba naciendo los nuevos estados-nación.        En este sentido, no podemos aceptar que hoy se quiera echar por la borda tal realidad, porque algunos novelescos se han venido dando a la tarea de negarla, en el que se deja ver su ambición por unos puestos políticos, en el que no solamente les basta tener presencia dentro de la estructura del gobierno bolivariano, sino llegar al poder por cualquier medio, en el que parece no importarles imponer por encima de todo…,  sus aspiraciones, cuando debería existir un rechazo muy marcado en contra de esa conducta que solamente contribuye a la preservación de intereses personales, a la división, fragmentación y a la imposición de una conducta que niega la naturaleza  del otro, puesto que se intenta esconde tales reminiscencias de ese acto cruel, e inhumano, para hoy sin pena, con el mayor descaro, plantear que son hijos de africanos ("Afro -descendientes") y por ello se han dado a la tarea de utilizar todos los medios posibles en logro de su ambición de llegar al poder por medio del encubrimiento de tal realidad y por ello fueron a Sudáfrica (DURBAN) y de allá salió tales ambiciones, de utilizar a lo gobierno, a través de la imposición del aporte de nuestra herencia histórica, como que si ellos fueran su representación. .         Esto implica que los venezolanos que poseemos una piel oscura no hemos sabido levantar, con entereza y mucha fortaleza, sin engañar a nadie y mucho menos intimidando para que nos den unos puesto políticos, a pesar que ha costado mucho nuestra aceptación dentro de la idiosincrasia venezolana, pero estamos cada día trabajando duro en función de la igualdad, en pro de nuestro reconocimiento como ciudadano venezolano, aunque dentro de los principios que se incorporaron en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, estamos viendo como mucho delicadeza ese reconocimiento expreso de los Derechos Humanos que se le hace a los Pueblos Indígenas, lo cual debe ser tomados en cuenta por quienes se auto determinan como hijos de africanos (“afro-descendientes”)  muy seriamente, en vista que se deja claro los supuesto jurídicos que tiene que tener una comunidad para ser reconocida como pueblos únicos que poseen una identidad étnica y cultural que los diferencia de los demás, en el que quedó expresado “…un profundo cambio de perspectiva política y cultural que reoriente la conducción del Estado venezolano, por su carácter multiétnico, pluri-cultural y multilingüe (Preámbulo. CRBV), en el que se les reconocen sus especificidades y, en particular, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, sus idiomas y religiones, así como el derecho que tienen a mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores y espiritualidad, en la disposición que se encuentra contenida en el artículo 126 (Omissis), en el que se declara que los citados pueblos forman parte de la Nación, del Estado y del pueblo venezolano como único, soberano e indivisible (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº 1.641/2000). En un país donde la filosofía política liberal y las relaciones internacionales han operado hasta el momento con un modelo de Estado-Nación que presupone que todos los ciudadanos comparten una identidad nacional común, idioma nacional, y un sistema jurídico-político unificado. Este modelo de Estado se diseminó en el mundo post-colonial, y sobre estas bases se determinaron las políticas de construcción nacional de los nuevos Estados independientes y que creemos que quienes en el país se hacen auto-determinar cómo Hijos de africanos (“Afro-descendientes”) no cumplen con estos estatutos jurídicos. Este modelo, sin embargo, es cada vez más cuestionado, al descubrirse los daños, injusticias y violencia implicados en intentar ponerlo en práctica, puesto que al construir Estados unitarios y homogéneos, requiere de medidas coercitivas para asimilar o bien excluir a las minorías, como es la supresión de lenguas minoritarias, supresión de formas tradicionales de gobierno, promulgar leyes discriminatorias y las políticas de ciudadanía, llegando incluso a desplazar a minorías de sus tierras tradicionales. Para los multiculturalistas liberales, la histórica adopción de dichas medidas en el Occidente ha dejado una mancha de injusticia que requiere el reconocimiento y la reparación.” (Derechos Ancestrales; Justicia en Contextos Plurinacionales, publicado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 1ra edición Quito, Ecuador 2009, p. 6).      Frente a este poderoso cambio paradigmático, el estado venezolano asumió una trascendental responsabilidad al momento de administrar justicia, así como el deber de reconocer en sus decisiones a las partes que se articulan, de la manera más humana, equitativa, justa, equilibrada e imparcial, en el que se debe ser garante de la aplicación suprema y preeminente de la Constitución y este es uno de los problemas jurídicos que se les va a presentar a quienes creen que es fácil que se le reconozca su pretensión, sino se cumplen con los requisitos mencionados (carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe) y esto es difícil que en el caso del imaginario que se cree Hijos de africanos( “Afro-descendiente”) se le dé, por un lado porque desconocen la jurisprudencia venezolana, están muy mal asesorados y porque se han dado a la tarea de no reconocer el ordenamiento jurídico venezolano (cuestión que se puede notar en la Ley Orgánica Contra La Discriminación Racial, en el que se olvidaron del Derecho Consuetudinario y se apegaron al Derecho Positivo, lo que deja entender que no cuentan con los fundamentos jurídicos para que exijan una jurisdicción especial. además de idiomas que los diferencien, culturas, y un sistema de imputación diferente y que lo caracterice a cada pueblo como diferente), por ende nuestro marco constitucional, como su dinámica interna y por otro, porque no cuentan con una organización social, política y económica, además de una jurisdicción que sea especial por mantener una  cultura identificadora que contenga, usos y costumbres, idiomas y religiones, como una identidad étnica, especificidades en sus formas de comunicación que los identifique del resto de la cultura nacional, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto (Art. 119. Ibídem);  así como sus autoridades legitimas requisito fundamental  para que el estado pueda reconocer su existencia, además de su soberanía.         Esto quiere decir, que a pesar que  Venezuela se ha convertido en un Estado Social de Derecho y Justicia, la aplicación de la justicia debe de cumplir con estos principios. Es por ello, que el constituyente de 1.999 concibió una actividad jurisdiccional eficaz, confiable y transparente a cargo de administradores de justicia de las diferentes jurisdicciones comprometidos en proteger y garantizar a la persona los derechos sustanciales y las libertades consagradas en la Constitución Política y en la ley, con el objeto de alcanzar la convivencia social y la concordia nacional. Por eso, el reconocimiento de la jurisdicción especial en los pueblo autónomos, juega un papel importante a la hora de administrar justicia y como componente esencial del Sistema de Justicia, dando la posibilidad a las autoridades legítimas de aplicar instancias de justicia en aquellos conflictos que se presenten entre integrantes de una misma comunidad ocurridos dentro de su hábitat (véase el caso de los que se auto-determinan como Hijos de africanos -“afro-descendientes”-), los cuales no cuenta con una instancia de justicia originaria, una jurisdicción para que se les reconozca el derecho consuetudinario, ya que están supeditadas al derecho positivo y tampoco se pueden reconocer dentro de un Estado pluri-cultura (ese principio no se cumple en quienes en las diferente comunidades donde la cultura negra tiene presencia, ya que esto se debe al animadversión por haber sido cazado y vendido por el sistema tribal africano y por otro lado, porque fueron abandonados a su suerte y asumieron la cultura de quienes tienen y tuvieron el mayor poder de fuego simbólico). Esto quiere decir, que se hace difícil tal pretensión, porque no puede ser que se utilice a la Asamblea Nacional para ratificar tales pretensiones y si se hiciere, se estaría cayendo en un acto de denegación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, puesto que se está vulnerando el Art. 260 (constitucional) en el que se trata de imponer a través de una falacia o subterfugio político un criterio mono-étnico de justicia, en franco menosprecio al pluralismo jurídico, aplicando de forma exclusiva y excluyente, a espaldas de otros sistemas de conocimiento o jurisdicciones especiales, como lo es el derecho indígena, que también posee cualidades suficientes para solucionar conflictos que generen armonía social entre sus cohabitantes y es por ello que una de sus conquistas históricas más importantes es el reconocimiento constitucional de la jurisdicción especial (Art. 260 constitucional) como una manifestación de justicia social y cultural para estos pueblos originarios, y del desbaratamiento de una visión etno-céntrica, absolutista, ideológico integracionista y racista del estado, en procura de superar la opresión y la segregación a las que han estado sometidos por largo tiempo